Por el momento no ha comenzado la temporada de bodas, que arranca de lleno con la llegada de la primavera, pero muchos contrayentes tienen contratada la suya desde hace meses e ignoraban hasta ahora la repercusión que iba a tener la ley sobre su enlace. "Nos llaman parejas que quieren saber si se va a poder fumar en el banquete para decidir si compran los puros de regalo o no", comenta el presidente de la Federación de Hostelería. Cerdeira les explica que la legislación prohíbe consumir tabaco en los salones, salvo si se acotan zonas específicas. "La tradición de regalarlos continuará, pero, si no cambia la ley, los invitados se los tendrán que fumar en los espacios habilitados o llevárselos a casa", señala.

Los empresarios subrayan que establecer una zona en la que se sienten los fumadores dentro del salón es "incompatible" con la celebración de las bodas. "Es inviable separar a la gente cuando forma parte de un mismo banquete", resalta el propietario del Bahía. Natalia Fernández, del NH, comenta que "si la ley no cambia, los fumadores tendrán que habituarse a levantarse e ir a las salas específicas para poder encender un cigarrillo".

La federación recibe llamadas de hosteleros para saber si pueden permitir fumar libremente en sus salones cuando no hay menores entre los comensales. "La ley es la misma que para los demás casos. Sólo se puede en un 30% del espacio", les informan.