Manuel Méndez / O GROVE

El comité de empresa y la plantilla de Mariscos San Cayetano (Marsac), del grupo Bernardo Alfageme, piden el apoyo de la sociedad, del concello y de la Xunta para mantener la producción en la factoría existente en Porto Meloxo y evitar su traslado a las naves de Ribadumia y Vigo. Hoy celebran una concentración, a partir de las 12 horas frente al consistorio, que esperan sea multitudinaria y dará a todos los vecinos la oportunidad de solidarizarse con las empleadas de la factoría grovense.

Ayer ofrecieron una rueda de prensa para explicar las medidas a ejercer en las próximas semanas, citar a la población para que secunde la protesta de hoy y advertir de que la nave de O Grove tiene capacidad suficiente no sólo para seguir funcionando, sino incluso para ser ampliada.

Por la tarde aprovecharon para entrevistarse con el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela Sánchez y diferentes sindicalistas gallegos que se encontraban en A Toxa participando en el Encontro Galego de Relacións Laborais. Informaron con todo lujo de detalles al conselleiro, que se comprometió a estudiar el asunto y a informar a los titulares de las consellerías de Pesca, Medio Ambiente e Industria. El encuentro "resultó sumamente cordial" y Varela prometió buscar soluciones que puedan ayudar al mantenimiento de Marsac en O Grove.

Las trabajadoras entienden que lo más lógico sería que el traslado se efectuara a la inversa, es decir, llevar para O Grove las líneas de producción existentes en Ribadumia, pues en este caso sí que parece evidente que "no hay posibilidades futuras de ampliación". El comité de empresa y la plantilla, respaldados por el dirigente sindical Fernando Ramos (CC OO) -la CIG evitó acudir a la rueda de prensa-, insistieron en que el futuro pasa "por instalar las dos plantas en O Grove", y sentenciaron que eso será lo mejor no sólo para los trabajadores y la economía local, sino también para la propia empresa.

Tras insistir en varias ocasiones en que no se trata de abrir un enfrentamiento con la plantilla de Ribadumia, aclararon que allí "tienen problemas medioambientales que ponen en entredicho el funcionamiento de la nave, algo que no ocurre en O Grove, donde la corporación puso a disposición de Alfageme el suelo industrial necesario y todas las facilidades para ayudar a la empresa".

También creen que si la razón del traslado es la imposibilidad de hacer frente a la construcción de una nueva depuradora, como indicaron en varias ocasiones desde Alfageme, "hay que decir a los empresarios que no se preocupen, pues ese es también un problema fácil del solventar, pues trabajadores y concello presionaremos en las consellerías para lograr la financiación necesaria".

"Estamos peleando por los puestos de trabajo, pero también por el futuro de nuestro pueblo y de toda la comarca", esgrimen las grovenses, que la semana que viene contactarán con las consellerías "para conseguir que Alfageme se quede en nuestro pueblo y ayudarle en cuanto sea posible para paliar los problemas económicos que pueda atravesar". Entenderían el traslado si la nave de O Grove "estuviera en precario", pero realmente "ocurre todo lo contrario y hay espacio suficiente para ubicar aquí las dos factorías".

Confiaban en la palabra dada por la empresa en enero, cuando manejó la ampliación de la fábrica grovense, y ahora se sienten desconcertadas con este repentino y drástico cambio de planteamiento. El comité también asegura que no pone en duda la palabra de la empresa en cuanto al mantenimiento de los puestos de trabajo, "pero estamos convencidos de que la mitad de la plantilla se perderá por el camino, pues algunos están a las puertas de la edad de jubilación y otros no podrán desplazarse a Ribadumia por motivos familiares".

Al hablar de la plantilla se refieren también a las eventuales, que están contratadas por Marsac en O Grove mientras que las de Ribadumia proceden de empresas de trabajo temporal. Así, la situación de las mujeres "empeorará notablemente", y a esto se suma que "aunque la empresa garantice carga de trabajo para todas, la planta de Ribadumia no tendrá capacidad". De hecho "las mujeres que trabajan en Ribadumia y en Cambados siempre pensaron que acabarían siendo desplazadas a O Grove, que es el movimiento lógico".

A la espera de que la semana que viene se celebre el pleno extraordinario para oficializar el apoyo de la corporación -las trabajadoras volverán a concentrarse en el consistorio durante la sesión-, la plantilla termina apostando por una rectificación de Alfageme, invitándola a potenciar O Grove "porque será lo más positivo para todas las partes, incluida la propia empresa".