La junta de gobierno local de Lalín acordó en la sesión de ayer exigir a Augas de Galicia la paralización inmediata de los vertidos de purín en el cauce del río Asneiro detectados recientemente en el monte de Pidre, en el municipio de Dozón. Cree que pueden afectar a la nueva estación de bombeo para el abastecimiento de agua potable a la población lalinense, situada en la zona del Pozo Negro. Según vecinos de Dozón, la granja de la que proceden estos líquidos contaminantes es propiedad del alcalde, Adolfo Campos.

A raíz de una propuesta del concejal de Medio Ambiente, José Iglesias, la junta de gobierno lalinense también decididió requerir la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente y de otras instituciones con responsabilidades en la materia medioambiental, como el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, para que extremen la vigilancia y el control de los vertidos en la zona. De este modo, estarían garantizando el cumplimiento de las disposiciones legales vigentes.

El departamento autonómico de Medio Ambiente había remitido el pasado día 7 sendos informes técnicos y gráficos tanto a Augas de Galicia -organismo encargado de la autorización de los vertidos- como al Concello de Dozón -por ser el lugar en el que se produjeron los hechos- advirtiendo de la existencia de un vertido de aguas residuales y purín, así como de la más que probable afección al inminente inicio del funcionamiento de la estación de bombeo.

Para evitar cualquier riesgo en el consumo de agua, José Iglesias asegura que antes de la puesta en marcha del nuevo sistema de captación se realizarán los pertinentes análisis de agua para constatar la plena salubridad de la misma y la ausencia de restos contaminantes procedentes de los vertidos.