Hartos y cansados. Así manifestaron sentirse los vecinos del lugar de A Graña, en Bueu, ante los numerosos accidentes de tráfico que ocurren en este tramo de la PO-551. El último ocurrió en la madrugada del lunes al martes y en el se vieron implicados tres coches. El resultado final fue de cinco heridos leves y un automóvil completamente calcinado. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales graves pero el susto fue mayúsculo. Esta es una situación habitual en la zona por lo que ayer los vecinos decidieron cortar el tráfico rodado "para llamar la atención de las autoridades y que así adopten más medidas de seguridad vial".

Denuncian que algunos conductores "piensan que en lugar de circular por una carretera comarcal lo hacen en en el circuito de Fórmula 1", al tiempo que añaden que "de las motocicletas es mejor no hablar". Ayer tarde se concentraron en los alrededores del paso de peatones y estuvieron cruzándolo de manera constante, lo que en la práctica significó cortar el tráfico. Recalcaron que la suya es una "protesta pacífica" y afirman que "esta situación de peligrosidad la hemos puesto en conocimiento de los organismos implicados". De hecho están a la espera de una entrevista con el subdelegado del Gobierno.

El último accidente se produjo en la medianoche del lunes y se apunta como posible causa un adelantamiento indebido. Un MG Rover que circulaba en dirección Bueu chocó contra un Seat Toledo que se dirigía a Cangas. El conductor de este vehículo tuvo que ser rescatado por Protección Civil de Cangas, que cuenta con un equipo de excarcelación. Los heridos fueron trasladados a Vigo y Pontevedra por los técnicos en transporte sanitario del 061.