Fueron muchos los conocidos, vecinos, amigos y personas en general que dejaron de estar entre nosotros por culpa de la mal llamada vía rápida del Barbanza, conocida vulgarmente como "carretera de la muerte". Actualmente son unos cuarenta kilómetros de auténtico riesgo para la integridad física de cualquiera que se atreva a circular por la misma.

Desde un principio la vía rápida suscitó la lógica expectación de todos los vecinos de la Comarca del Barbanza, pues se podían poner en la mitad de tiempo en Padrón o Santiago. Al poco tiempo las consecuencias de un nefasto trazado, la carencia de un pavimento adecuado, de unos arcenes amplios y de la luminosidad adecuada truncaron las ilusiones de los vecinos y visitantes.

A pesar de todo y del tiempo transcurrido la Administración continúa con promesas y todo sigue igual, mientras que los muertos se continúan contando por decenas cada año.

José Manuel Pena - Ribeira