César Antonio Molina (A Coruña, 1952) tomó posesión de su cargo como director del Instituto Cervantes el 1 de junio del pasado año, sucediendo al escritor vasco Jon Juaristi. El poeta defendió ayer la utilidad del español como lengua de comunicación, aunque reconoció que "falta conseguir que esta lengua común tenga un mayor prestigio cultural". "A veces parece que tenemos un incomprensible complejo de inferioridad que estamos superando, tal y como muestran los hispanohablantes de segunda y tercera generación que viven fuera del país, especialmente los de Estados Unidos, y alimentan grandes manifestaciones culturales y artísticas enraizadas en su origen", manifestó.

Para contribuir a esa superación, el Cervantes es "el instrumento esencial" y sus centros son "espacios libres, plurales y abiertos al intercambio de lenguas y culturas". "Porque vamos a enseñar pero también a aprender y no queremos ser extranjeros en ningún país, sino una institución más integrada en cada ciudad donde estemos instalados", señaló.