La policía ha identificado a tres de los cuatro supuestos terroristas que cometieron los atentados de la pasada semana en Londres y ha averiguado que, al menos, uno de ellos murió en los ataques, según confirmó ayer Scotland Yard. Todos eran ciudadanos británicos de origen paquistaní.

En una declaración ante la prensa, el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, subcomisario Peter Clarke, afirmó que hay "pruebas forenses firmes" que demuestran la "muy probable" muerte de uno de los autores de la matanza. Clarke concretó que el citado sospechoso, cuya muerte está aún pendiente de "la confirmación del forense", pudo perder la vida en el tren siniestrado en la estación de metro de Aldgate, en el este de la capital británica.

Asimismo, el subcomisario reveló que los agentes han descubierto documentos personales de tres de los sospechosos en los asientos más próximos a los puntos concretos donde estallaron los artefactos.

Cauto en sus declaraciones, el jefe de la unidad antiterrorista no confirmó que el hallazgo de la documentación pruebe la muerte de los cuatro hombres. Fuentes de la investigación indicaron ayer que los terroristas eran suicidas.

Un pariente detenido

El responsable policial confirmó también que un individuo, emparentado con uno de los sospechosos, ha sido detenido en el condado de Yorkshire (norte de Inglaterra), en relación con la matanza, que causó al menos 52 muertos y unos setecientos heridos. El detenido, arrestado en las redadas efectuadas por la policía y el Ejército británicos en seis domicilios de la ciudad septentrional de Leeds, fue trasladado a la capital británica para ser interrogado por agentes antiterroristas.

De hecho, tres de esas viviendas pertenecían a otros tantos terroristas, toda vez que policías y artificieros del Ejército hallaron ayer explosivos en uno de esos inmuebles.

En su comparecencia, el subcomisario Clarke dijo que los detectives han podido establecer "los movimientos de tres hombres de Yorkshire y sus direcciones" tras examinar grabaciones de vídeo de las cámaras de seguridad.

Los cuatro supuestos autores de la masacre "llegaron a Londres en tren el jueves, 7 de julio, por la mañana", antes de que se cometieran los ataques, señaló Clarke.

"Hemos analizado -explicó- las grabaciones de las cámaras de seguridad, lo que ha permitido saber que esos hombres estaban en King's Cross (una de las estaciones de metro donde estalló un artefacto) un poco antes de las 08.30 de la mañana".

Así, los supuestos terroristas fueron grabados por las cámaras de esa estación veinte minutos antes de que explosionaran las tres bombas colocadas en los tres trenes de metro que circulaban por las estaciones de Aldgate, Edgware Road y King's Cross.

Denuncian su desaparición

Según la secuencia descrita por Clarke, uno de los presuntos terroristas partió de Yorkshire hacia Londres el jueves por la mañana, y su familia llegó a informar de su desaparición al centro habilitado para atender a familiares de las víctimas de la masacre.

Los otros tres sospechosos se unieron a su supuesto compañero durante el viaje hacia la capital británica, indicó el subcomisario.

Sobre el hombre de cuya ausencia alertó la familia, Clarke declaró que los investigadores han encontrado algunas de sus pertenencias en el autobús que estalló en Tavistock Square, no lejos del Museo Británico, en pleno centro de Londres.

Efectos personales de otro sospechoso se han hallado en los asientos del tren de Aldgate, mientras que documentos de un tercero han aparecido en ese mismo tren y en el que sufrió el atentado en Edgware Road.

Peter Clarke informó de las novedades de la investigación después de que se cerrara la estación ferroviaria de Luton, una localidad al norte de Londres, tras ser localizado un coche supuestamente relacionado con los atentados.