El modelo de participación de los emigrantes en las citas electorales "parece un cesto de acarrear uvas más que un recipiente sellado". Así definía ayer el secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, el voto por correo de los gallegos del exterior, el cual permite "pillerías, irregularidades y manipulaciones". Para atajar estas deficiencias, el Gobierno de Pérez Touriño defiende un nuevo sistema, que sea "garantista, transparente y democrático". De hecho, ya ha elaborado un estudio sobre la viabilidad del voto en urna para los emigrantes gallegos, una alternativa que en todo caso no estará lista para las elecciones de mayo. Precisamente este informe fue el motivo de la comparecencia del secretario xeral de Emigración ayer en la comisión parlamentaria.

Manuel Luis Rodríguez explicó que con su propuesta el 69,8 por ciento de los gallegos residentes en el extranjero podría votar en urna, mientras que el resto, el 30,2 por ciento, debería continuar ejercitando su derecho a través del correo. La dispersión poblacional de ese treinta por ciento explica que para ellos no hubiese urna, pues su instalación en cada cita electoral sería costosísima.

Los más de trescientos mil electores gallegos del exterior viven en ciento veintidós países receptores, y cubrir todo este espacio en cada cita electoral resulta imposible desde el punto de vista económico, justifican desde el Gobierno autonómico.