En una declaración conjunta efectuada en un centro de transporte de combustible en las afueras de Sao Paulo, ambos mandatarios afirmaron que el acuerdo, suscrito hoy por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim, es "ambicioso" y contribuirá a "descontaminar" la Tierra.

El presidente brasileño aseguró que "cualquier cosa que podamos hacer para reducir las emisiones (contaminantes) será algo ganado".

Lula hizo referencia a las protestas de los últimos días en Sao Paulo, en las que los manifestantes han denunciado el acuerdo como peligroso, porque puede restar fuentes de alimentación, como el maíz, o conducir a la eliminación de bosques tropicales para dedicar terreno a esos cultivos.

Pero el gobernante brasileño aseguró que el acuerdo permitirá desarrollar tecnología de manera que se pueda obtener etanol "sin afectar al suministro de alimentos o sin dañar a los bosques tropicales".

Por su parte, Bush dijo que permitirá diversificar el suministro de combustible.

"Cuando se es dependiente del petróleo, tienes un problema de seguridad nacional; esto quiere decir que dependes de las decisiones de otros países", explicó.

Además, el acuerdo "conviene a nuestros intereses económicos", pues "en un mundo globalizado, si aumenta la demanda en China o India, sube el precio del petróleo en nuestros países", apuntó Bush.

Aparte de asegurar que el acuerdo "nos hace mejores guardianes del medio ambiente", el presidente de EEUU afirmó que "estoy muy a favor de promover nuevas tecnologías para que el combustible se mantenga a precios moderados en nuestros países".

El acuerdo permite la coordinación de Brasil y EEUU para establecer estándares internacionales para los biocombustibles, de modo que puedan comercializarse en todos los mercados.

Ambos países fomentarán también la producción de este combustible en países de Centroamérica y el Caribe, para responder a la creciente demanda mundial de esta fuente de energía alternativa al petróleo.

Brasil es el principal productor de biocombustibles del mundo, ya que dedica 5,6 millones de hectáreas al cultivo de caña de azúcar que producen 18.000 millones de litros de etanol anualmente.

Brasil y Estados Unidos suman el 70 por ciento de la producción mundial de etanol, aunque en el caso del país norteamericano este alcohol se obtiene a partir del maíz.