El experimento, anunciado hoy en Toulouse (sur de Francia), puede constituir una aplicación de las ciencias espaciales al estudio de la evolución de la especie humana, indicaron sus responsables.

"La ventaja que tenemos con este microtelescopio es que no nos vemos obligados a serrar los huesos para estudiar su interior, lo que supone una ventaja indudable", dijo a Efe el profesor Braga, contactado por teléfono.

El científico ha comenzado a estudiar dos cráneos de australopitecos hallados en Sudáfrica y cuya antigüedad ronda los dos millones de años.

Gracias al microtelescopio, diseñado por la empresa SCANCO y financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA), la Unión Europea (UE) y el Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES), Braga está accediendo al interior de los fósiles sin destruirlos.

Los dos cráneos que está estudiando, procedentes del museo Transvaal de Pretoria, nunca antes habían salido de Sudáfrica, donde fueron encontrados hace medio siglo.

El primero de ellos, que tiene algo más de dos millones de años, corresponde a un "Australopitecos africanus" y es el cráneo de esta especie más completo hallado de momento, ya que cuenta con los 32 dientes.

El segundo, un cráneo de "Parantropus robutus", el algo más joven y corresponde a la mandíbula de un niño.

El profesor Braga se interesa en particular por los dientes de los fósiles y trata de estudiar su estructura interna, la que se encuentra por debajo del esmalte, puesto que considera que contiene información original genética.

"Esa estructura interna se crea en el feto y, por tanto, contiene caracteres genéticos invariables, mientras que otras partes de los huesos están modulados por la actividad y por la adaptación al medio", señaló Braga.

Así, el aspecto externo de los dientes está muy influido por la actividad, lo que puede llevar a los paleoantropólogos a confusión a la hora de ordenar las especies y de establecer el orden de la evolución.

"En el estudio de la evolución son muy importantes las partes que no se modifican por el comportamiento humano", explicó Braga.

El antropobiólogo tratará de identificar cual de los dos cráneos que estudia tiene una morfología más próxima a la del hombre, lo que puede arrojar luz sobre la evolución de la especie humana.