Esta es la principal conclusión aportada por los ingenieros industriales madrileños durante las jornadas "Pensando en Madrid", que se celebraron hoy en la capital, informó el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM).

La directora del Instituto de Estudios del Transporte de la universidad inglesa de Leeds, Margaret Bell, aseguró que en las grandes ciudades europeas "se echa en falta" un método para "medir y predecir" los flujos de tráfico "más calientes" que generan los niveles de contaminación referidos.

A juicio de la experta, si se llevase a cabo la medición del tráfico en las zonas más concurridas, los planes de calidad del aire previstos en la normativa de las ciudades podrían contar con nuevos elementos de gestión para actuar sobre el agente más determinante en la contaminación atmosférica de las urbes.

Por su parte, Francisco García-Blanch, experto en evaluación de políticas comunitarias, indicó que "dos terceras partes" de la contaminación urbana en España podría estar causada por un 20 por ciento de vehículos "altamente contaminantes", que sumarían un total de dos millones de coches.

Según dijo, la existencia de este parque de vehículos es consecuencia de "un sistema de control de emisiones muy pasivo" y dependiente de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) mucho menos "riguroso" que el existente en Estados Unidos.

García-Blanch afirmó que, en su opinión, las entidades locales, facultadas para efectuar los controles de las emisiones de partículas y dióxido de carbono de los coches, "han abandonado totalmente esta práctica".

Otro de los ponentes, José Ramón Perán, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Valladolid, aseguró que la importancia de las emisiones industriales tiende a disminuir en las ciudades, por el traslado de las fábricas a zonas rurales.

Asimismo, incidió en el "cambio significativo" experimentado por el parque de vehículos, compuesto por coches de gran cilindrada que han adoptado de forma mayoritaria el diesel y "cuyo poder contaminante" es mayor que el de otro tipo de vehículos.

Sin embargo, según el académico, en los próximos años "se prevé" una importante disminución de la polución atmosférica generada por los coches, debido a que la legislación europea tiende cada vez más a endurecer las normas para reducir la contaminación.