Las siete plantas eléctricas de aprovechamiento de la biomasa supondrán una inversión de 131 millones de euros a las empresas privadas que las promuevan, lo que significa un coste de más de 18 millones de euros cada una. Además, el plan elevará su financiación hasta los 171 millones en el período 2007-2012, ya que la Xunta, tras el protocolo entre Medio Rural e Industria, aportará 40 millones.

Esta cantidad de la administración autonómica servirá para la realización de actividades silvícolas, tratamiento de la biomasa forestal y desbroce y limpieza de montes, de los que se obtendrán los restos de madera.