Estos hallazgos son fruto de las cuatro temporadas en el buque subpolar correspondientes a los años 1994, 1995, 2003 y 2006 por parte de los biólogos del departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la UA Alfonso Ramos, Mercedes Varela y Juan Cárcel.

Ramos anunció a Efe que estas tres nuevas especies del océano glacial Antártico catalogadas son un "Didémnido" encontrado a una profundidad de entre 900 y 1.000 metros de profundidad en el mar de Bellingshausen, un "Polyclínido" encontrado cerca de la península Antártica a unos 200 metros y un "Styélido colonial" proveniente del material de los Museos Argentinos.

Las tres forman parte del grupo de organismos de las Ascidias, formado por unas 3.000 especies distintas en el mundo y que son parientes muy próximos a los vertebrados, pese a que se hallan fijados a los fondos marinos y tienen una apariencia parecida a las esponjas.

Se trata de animales que viven en aguas cercanas a los cero grados centígrados, que se alimentan mediante la filtración del agua y que tienen gran valor dentro de la biodiversidad por incrementar la heterogeneidad de los fondos marinos.

En dichas campañas se establecen cuatro equipos, que se reparten el trabajo durante las 24 horas del día: los dedicados a estudiar los epibentos (organismos que están por encima del fondo), infauna (animales enterrados), suprabentos (animales que nadan cerca del fondo) y los peces demersales o de fondo.

Una vez que se extraen de los fondos con los equipos de muestreo del Hespérides, el material biológico es introducido en cubetas con cristales de mentol, que anestesia a los ejemplares, son sumergidos en formol para garantizar su conservación y posteriormente son introducidos en bidones para su almacenamiento.

Para Ramos, los fondos de la Antártida son "paraísos de la vida marina ya que aunque el continente está helado y cuenta con una vida muy limitada, por debajo del agua hay verdaderos oasis con una gran riqueza de especies y abundancia de En cuanto al trabajo a bordo del Hespérides, Ramos explicó que cuenta con las máximas comodidades para el desarrollo del trabajo científico y comentó que las campañas se desarrollan entre uno y dos meses a partir de diciembre, en el verano austral, aunque con una temperatura media atmosférica entre cero y menos cinco grados centígrados.

Relató que estas temperaturas suelen caer por la presencia de vientos helados y que, incluso, en una de las campañas los termómetros se desplomaron hasta los 45 grados centígrados negativos por la presencia de fuertes vientos continentales.

Por todo esto, los científicos del buque subpolar de la Armada Española trabajan ataviados con trajes de salvamento, que mantiene el calor corporal.

Los biólogos de la UA se encuadran dentro de un grupo de medio centenar de científicos de todo el país, entre los que hay investigadores de Valencia, Barcelona, Sevilla, Málaga, País Vasco, Santiago, A Coruña, Vigo y Cantabria, cada uno experto en un ámbito concreto, que este año han vuelto a solicitar al Gobierno investigar en la próxima campaña del Hespérides.

Dichos equipos están coordinados por Ana Ramos Martos, investigadora del Instituto Español de Oceanografía.

En esta ocasión, el buque oceanográfico explorará las islas del llamado "Arco de Escocia", que se encuentran situadas entre la Tierra de Fuego y el continente antártico.