Tras recibir el premio, convocado por la Diputación de Alicante y la editorial Planeta, Jon Juaristi, explicó que ha utilizado el título ´La caza salvaje´, mito que constituyó el núcleo de la religión neógena nazi, para "tratar de dar una visión del periodo comprendido entre 1929 y 1945, en que las fuerzas infernales salen a la superficie con estos colectivos unidos a los grandes totalitarismos".

El autor señaló que esta obra "tiene un poco de novela fantástica y un poco de thriller, pero no tiene nada de novela histórica". Para que quede bastante claro este extremo, Juaristi incluso ha introducido "alteraciones visibles en la cronología y en la geografía, para subrayar que la novela es una convención, y que la literatura y la vida son cosas distintas".

REFERENTE REAL

Juaristi además detalló que "históricamente" siempre le ha interesado mucho la traición, y "el personaje de la novela es un impostor, que está constantemente reinventando su pasado, y que tiene un referente real", ya que, según dijo sin querer concretar su identidad, "un persona como éste, o bastante parecido a éste, ha existido".

En este sentido, comentó que la referencia real de su personaje central es "un personaje que tuvo una influencia muy grande en el mundo del nacionalismo vasco desde la anteguerra, desde los años de la III república, hasta los años de la aparición de ETA y de otras fuerzas no estricticamente nacionalistas de la oposición al franquismo".

El paso de esta persona por la historia, añadió, "puede rastrearse a través de la memoria de muchos españoles del siglo XX, y en el País Vasco mucha gente de mi generación y de generaciones anteriores lo reconocerá casi al instante".

Asimismo, en su intervención ante los medios de comunicación tras el fallo del Premio, resaltó que la novela "quiere ser también una pequeña ilustración literaria del destino de los pequeños nacionalismos redentistas en la época del totalitarismo, de la tentación continua que las grandes ideologías totalitarias han ejercido sobre los pequeños nacionalismos".

Preguntado sobre la posible polémica que su obra pueda generar, el autor consideró que "en la medida en que en la novela las ideas no se expresan literalmente, sino que flotan en una cierta atmósfera, la polémica política es difícil que surja como tal".

"COLABORACIÓN CON NAZIS" No obstante, admitió que "no faltará quien diga que es una novela de derechas, y una novela terriblemente reaccionaria, pero no creo que lo sea, ni que tenga un sesgo político claro". Al respecto, señaló que él se ha "limitado a mostrar lo que era el camino sin salida de estos pequeños nacionalismos que intentaron poner a su favor a los totalitarismos importantes y triunfantes en la Europa de entreguerras".

El autor subrayó que los nacionalistas vascos "colaboraron con el nazismo", al igual que lo hicieron otros muchos nacionalismos, según dijo, pero "en el PNV aunque tuvo intentos de acercamiento, no hubo casos de colaboración escandalosa".

Por su parte, el escritor y miembro del jurado Fernando Sánchez Dragó, destacó la calidad de la obra ganadora, y aseguró que el lector de este libro "va a recibir una información apabullante, no sólo va a seguir una trama interesantísima, sino que se va a encontrar incrustado con una serie de diálogos filosóficos". "Lo admirable de esta novela, según puntualizó, es que esos diálogos están perfectamente engranadas con el cuerpo narrativo sin desequilibrarlo nunca".