Peio Álvarez, que sufrió ayer mareos, consultó a un médico que, preocupado por su diabetes, ordenó su ingreso inmediato en un hospital de Bayona, donde debería permanecer al menos hasta el lunes, precisó la asociación de defensa de los presos de ETA en un comunicado.

El presunto etarra había sido puesto en libertad a los dos días de su detención, debido a sus problemas de salud (tiene cáncer), por orden de la Fiscalía del Tribunal de Apelación de Pau (suroeste francés).

La Corte anunciará el próximo martes su decisión sobre la euroorden española.

La Fiscalía ha pedido al Tribunal que dé luz verde a la demanda española, pero que la entrega de Álvarez Saleta a España se aplace hasta el próximo 20 de abril para que pueda ser intervenido quirúrgicamente en un hospital de Burdeos (sureste), como estaba previsto desde hace tiempo, indica la nota.

La justicia española sospecha que Álvarez Saleta dio acogida al presunto etarra Iker Agirre.

Agirre fue arrestado el mes pasado en Portbou (España), cuando supuestamente se dirigía a Valencia para recabar datos de objetivos para eventuales atentados durante la Copa de América.