El rechazo del plan general de Vigo (con independencia de que esté más o menos bien realizado, y como siempre en Vigo conlleve una gran falta de planificación e improvisación), se engloba dentro la situación general de crispación que se vive en el Estado español y que se manifiesta de modo particular en los ámbitos autonómicos y locales, cuya consecuencia más inmediata reside, no en la importancia de que se apruebe o no dicho plan sino bajo el mandato en el que se realice. Dicho lo cual ¿cree alguien que se va a aprobar el plan general antes de la elecciones municipales en Vigo?

Alberto Lago González - Vigo