El pasado día 14 de febrero un grupo de entusiastas celtistas viajamos a Rusia con la Federación de Peñas, con motivo del encuentro de Copa de la UEFA que nuestro equipo disputaba con el Spartak en el estadio Lenin de Moscú.

Una vez terminado el partido, observamos como el conjunto ruso a pesar de empatar en su terreno, se agrupó para ir a saludar y aplaudir a su afición agradeciéndoles el apoyo y aliento prestado.

Por el contrario, los jugadores del Celta, que se retiraban del terreno de juego precisamente por la esquina del córner donde nos encontrábamos los aficionados vigueses, salvo dos jugadores (Esteban y Gustavo López) que se limitaron a levantar un brazo sin parar su marcha, no tuvieron el detalle de sus rivales de hacer una piña aunque fuera sólo de unos segundos para saludar a su afición que bajo una gélida temperatura había acudido al estadio para que no estuvieran solos y recibieran el aliento de su afición, la cual por cierto que aunque poco numerosa se dejó oír entre cuarenta mil aficionados rusos. Nuestra alegría por el buen resultado obtenido se empañó con la indignación que este hecho nos produjo, pues aunque no necesitamos el aplauso de nadie por alentar a nuestro Celta, hay detalles como el que tuvieron los jugadores del Spartak que son de agradecer, máxime si tenemos en cuenta a la distancia y condiciones meteorológicas en que se disputó el partido.

En cuanto al presidente y

directivos de nuestro Celta, sin

comentarios, no se dignaron

siquiera en recorrer una distancia de cuarenta o cincuenta metros para saludarnos.

Jesús F. Silva Portela.

Accionista y socio nº 1.175 - Vigo