La conexión al sistema de alcantarillado de nuevas viviendas no deja de ser la incorporación de beneficiarios a un servicio, aunque en ocasiones, esta medida provoca problemas a usuarios anteriores. Éste es el caso ocurrido en la calle 38 de Lalín, situada en la zona de Carragoso. Un vivienda, situada en el número 14 de esta rúa lleva unos dos meses sufriendo vertidos y pequeñas inundaciones desde que otras casas anexas se conectaron al servicio de saneamiento.

Según informó la familia afectada, propietaria del inmueble número 14, los problemas se iniciaron con la conexión de unos chalés de la zona al alcantarillado, hecho que calculan que ocurrió el pasado mes de diciembre, que fue cuando comenzaron a sufrir estos problemas.

Los vertidos no son constantes, ya que, según reveló una vecina afectada, depende del número de aparatos que derivan restos o aguas al alcantarillado. Así, cuando hay bastantes lavadoras o báteres en funcionamiento se producen consecuencias en su vivienda, como la inundación de la caldera o la llegada a alguna que otra estancia de restos como papeles o similares. Además, los afectados aseguraron que esta situación también esta generando un olor fuerte e insoportable, consecuencia normal del alcantarillado por cuanto arrastra aguas fecales y restos.

En cuanto a las posibles soluciones a este contratiempo, la familia afectada informó que lleva dos meses buscando una salida y para ello se han dirigido al concello lalinense, aunque éste la ha derivado a la empresa constructora del servicio de alcantarillado -alegando un defecto en la obra que es de su responsabilidad- y la firma ha recorrido la justificación inversa, culpando al concello. Mientras, ya soportan dos meses de vertidos y malos olores.