El control de la venta a pequeña escala y consumo público de drogas llevó a los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en colaboración en algunos ayuntamientos con la Policía Local, a inspeccionar 1.224 establecimientos hosteleros en la provincia. De estas inspecciones se derivaron 35 denuncias a sus titulares, en la mayoría de los casos por el reiterado incumplimiento del horario de cierres y por tolerar el consumo de sustancias prohibidas en su interior.

Se da la circunstancia de que previamente a la puesta en marcha de estos operativos especiales para luchar contra el "menudeo" y consumo de drogas, los mandos policiales de la provincia mantuvieron varias entrevistas con los representantes del sector hostelero para informarles de los objetivos de este plan y recabar su apoyo y colaboración.