Evitar cualquier tipo de confrontación y no caer en provocaciones. Fue la consigna que recibieron los jefes de la cuadrillas, y que trasladaron a los compañeros de cacería, cuando fueron reunidos, a las 7,30 horas de la mañana, para entregar los dorsales, por los organizadores de la Copa de España de la caza del zorro ante la anunciada presencia de grupos de ecologistas.

El jefe de la cuadrilla "Os Fariñotes 1" de Soutomaior (Pontevedra), Julio de la Torre, siguió el guión establecido, y la llegada de ecologistas al coto asignado, muy cerca del alto del Paraño, en el Concello de Beariz, la tomaron con filosofía. "Querían ponernos nerviosos, pero no le entramos al trapo", aunque reconoce que hubo un intercambio de palabras, que se zanjó con la llegada de la Guardia Civil.

Los que no tuvieron problema, aunque por la zona de O Irixo donde se encontraban pasaron un grupo de ecologistas llegados de Madrid, fueron los miembros de la cuadrilla "do Kin", de la localidad pontevedresa de Barro. Su jefe, José Blanco, lamentaba este tipo de situaciones, y que algunas personas se acuerden del monte cuando hay eventos de este tipo. "No nos molesta la compañía en el monte, pero si que vengan a provocar", aseguró, mientras recogía los perros para salir hacia otra "mancha"(coto).

Pero también hubo tiempo para la charla entre cazadores y ecologistas en montes de Beade, en la comarca de O Ribeiro, como explicó el presidente del colectivo Ridimoas, Pablo "Oitabén", durante la concentración ante el control de piezas. Otro cazadores no estaban muy satisfechos con el comportamiento de los ecologistas, como ocurrió en los montes del Concello de Boborás. "No hubo forma de cazar ni una pieza, aunque le disparamos a un par de zorros, por el ruido que hacían", se lamentó José Luis Fernández.

También se dejó notar la presencia de efectivos de la Guardia Civil, Seprona, patrullas rurales, y de la Policía Autonómica, más amplia de lo que es habitual, en las zonas de caza. Los montes, ayer, fueron de lo más visitado.