Entre los procesados figura el antiguo jefe del SISMI Nicollo Pollari y el ex número uno del servicio de contraespionaje, Marco Mancini, el anterior responsable de la CIA en Italia, Jeff Castelli, y su hombre en Milán, Robert Seldon Lady.

El juicio comenzará el 8 de junio, por decisión de la jueza, y en total están encausadas 35 personas, aunque de dos de ellas se ha conocido hoy que han pactado con la Justicia su condena y su pena al reconocer que participaron en los hechos.

Se trata de Luciano Pironi, un carabinero, condenado a nueve meses y diez días por su participación en el secuestro y Renato Farina, un periodista del diario "Libero", que confesó haber colaborado con los servicios secretos italianos, condenado a seis meses por encubrimiento.

De momento, los que se sentarán seguro en el banquillo de los acusados son los de nacionalidad italiana Pollari, Mancini, otros dos altos funcionarios del SISMI, Luciano Seno y Pio Pompa, y los agentes Raffaele Ditroia, Luciano Di Gregorio, e Giuseppe Ciorra.

Sin embargo, está por ver si los agentes de la CIA llegan a estar presentes en el juicio, ya que el Gobierno de Romano Prodi debería pedir primero su extradición a los Estados Unidos, una cuestión a la que ya se negó su antecesor Silvio Berlusconi.

El actual ministro de Justicia, Clemente Mastella, tiene la carpeta con la petición de las extradiciones formulada por la Fiscalía de Milán desde hace meses sin que hasta el momento haya tomado decisión alguna.

En cualquier caso, la Justicia italiana permite el juicio en rebeldía, por lo que el proceso podría seguir adelante contra ellos, incluso si no estuvieran.

Tras su secuestro en Milán, Abu Omar fue trasladado a Egipto donde fue encarcelado y sufrió graves torturas, según ha denunciado él mismo en varias ocasiones.