La familia que padeció el asalto a su vivienda rehusó hacer declaraciones sobre el suceso y pasó la tarde de ayer atrincherada en la casa. "No voy a decir nada", dijo una mujer a través del portero automático.

El robo provocó el miedo entre los vecinos de la zona e hizo que muchos de ellos tomaran la decisión de extremar las precauciones. "Algunos vecinos están instalando alarmas y medidas de seguridad para que sus viviendas no sean asaltadas", comentó una vecina de la urbanización.

Una joven que vive enfrente del chalé en el que se produjo el crimen negó haber sentido ruidos sospechosos o haber visto algo extraño. "No nos enteramos de nada. Conocimos la noticia a través de otros vecinos que hablaron del tema", señaló.

A pesar de la proximidad, la joven explicó que su familia no tenía mucho miedo aunque reconoció que era necesario tomar precauciones. "Lo ocurrido demuestra que hay que tomar una serie de precauciones, pero no estoy muy nerviosa".