Así se recoge en una propuesta del Gobierno, que fue analizada hoy por representantes de distintos Ministerios en una reunión que sirvió para dar el visto bueno al inicio de los trabajos técnicos encaminados al establecimiento de dichas áreas en aguas jurisdiccionales españolas.

Las cuatro nuevas reservas marinas serán el Banco del Cachucho (Asturias), el Cabo de Creus (Cataluña), el Canal de Menorca (Baleares) y el Banco de Galicia, mientras que se ampliarán las de las Islas Columbretes (Comunidad Valenciana), Cabo de Palos e Islas Hormigas (Murcia) y la Isla de Alborán (Andalucía).

Al término de la reunión, el director general de Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Curcio, apuntó que la declaración de una zona como área marina protegida lleva aparejada una regulación de usos, que afecta tanto a la navegación marítima como a las actividades industriales y pesqueras.

Explicó que la propuesta partió del Ministerio de Medio Ambiente, representado en la reunión por los directores generales para la Biodiversidad, Antonio Serrano, y de Costas, Pepe Fernández, si bien matizó que la Secretaría de Pesca es la que dispone de la capacidad técnica, científica y de gestión para la creación de dichas áreas.

A partir de ahora, los servicios jurídicos y técnicos deberán analizar la propuesta para determinar los impactos sobre el ecosistema de las actuales actividades humanas que se desarrollan en en las distintas zonas.

El representante del MAPA aseguró que todos los Ministerios coinciden en la necesidad de crear áreas marinas protegidas y en que sean aquellas que tengan los valores medioambientales establecidos por la Red Natura 2000.

Curcio dijo que las nuevas zonas podrían estar en marcha este año y agregó que su establecimiento requiere modificaciones de ordenes ministeriales ya existentes o aprobación de otras nuevas.

Por su parte, el director general del Instituto Español de Oceanografía, Enrique Tortosa, explicó que su departamento realizará los estudios científicos iniciales para determinar los valores medioambientales de las futuras áreas de protección, y realizará el seguimiento con el fin de observar la evolución de la fauna y la flora en cada una de ellas.

Apuntó que aunque se limita la actividad pesquera en las reservas marinas, no se prohíbe totalmente, sino que se puede permitir la de tipo artesanal, tal como ocurre incluso en un Parque Nacional como el de Cabrera.

Además, se pretende también potenciar la economía de esas zonas mediante la potenciación de actividades de buceo o turísticas, como ya se ha hecho en la isla de Tabarca (Alicante).