La Corrida do Galo de Acevedo (Pontesampaio), un pasacalles del Foilón de Viana do Bolo (Ourense) por el casco urbano, otro de las Madamas e Galáns por Vilaboa. Señales de que el Carnaval calienta motores y se prepara para romper con la rutina y hacer de la transgresión la excusa perfecta para la diversión.

Los más pequeños de Acevedo disfrutaron ayer de la corrida do galo, tras admirar junto con sus mayores los ejemplares que llegaron al recinto de la fiesta en engalanadas y vistosas jaulas. El premio era el propio gallo, al que tenían que atrapar para llevárselo a casa.

Mientras tanto en el casco urbano un desfile del Foilón de Viana do Bolo mostraba a los pontevedreses la riqueza, belleza y aparatosidad del carnaval ourensano y en el limítrofe concello de Vilaboa las Madamas e Galáns de Cobres recorrían sus lugares preludiando las fiestas.