El buque "Marine I", con casi 400 inmigrantes, se dirigirá previsiblemente hoy hacia el puerto mauritano de Nuadibú, después de que ayer un equipo sanitario de Cruz Roja española accediera a su cubierta y comprobara que el estado de salud general es bueno y que sólo hay 20 enfermos leves.

Tras más de dos meses de travesía y una semana averiado frente a las costas mauritanas, este carguero podría arribar finalmente hoy a puerto, donde comenzarán las labores de identificación de los 372 inmigrantes que viajan a bordo, la mayoría asiáticos, aunque también hay algunos africanos.

La patrullera "Río Duero", de la Guardia Civil, accedió cerca de las 17.00 horas (hora española) al buque, fondeado a unas cuatro millas de la costa africana, con un equipo médico, que durante sesenta minutos atendió en cubierta a una veintena de personas enfermas.

Sus patologías van desde erupciones cutáneas hasta procesos catarrales, cefaleas o diarreas, pero "nada grave", por lo que no ha sido necesario su desembarco, según la portavoz de Cruz Roja en Mauritania, Olivia Acosta.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores explicó que, además de la asistencia sanitaria, también han llevado al buque 400 litros de agua y comida.

El "Marine I" permaneció ayer fondeado y, de acuerdo con el portavoz de la OID, la idea es que hoy sea remolcado por el "Luz del mar", de Salvamento Marítimo español, hasta el puerto mauritano. Además, añadió, estaba previsto que en la madrugada de ayer despegase desde Madrid un avión comercial de gran capacidad, que se sumará al operativo que ya se encuentra en Mauritania (dos aeronaves militares y otra civil) para la repatriación de los inmigrantes.

Identificación

En este carguero viajan 372 inmigrantes asiáticos y subsaharianos: 305 de ellas de Cachemira, y el resto, de Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia. Fuentes del Ministerio del Interior explicaron que unos 60 policías españoles se han trasladado a Nuadibú para ayudar a las autoridades mauritanas en el proceso de identificación de estas personas, paso previo a la devolución a sus países de origen.

El Gobierno español se encargará finalmente de todas las repatriaciones, la mayor parte de las cuales se efectuará desde terreno mauritano, y las que no se puedan -ya sea por problemas de identificación o porque sus países de origen no acepten a los inmigrantes-, se intentarán llevar a cabo desde España.