Vecinos de la parroquia de Oleiros, en Salvaterra, presentaron ocho denuncias contra otro residente, un hombre de 43 años, al sentirse amenazados constantemente por éste. La supuesta agresión a una vecina el pasado sábado, con la intervención de la Guardia Civil, fue la gota que colmó el vaso. Algunas de las denuncias proceden de sus familiares directos, que aseguraron ayer que padece una enfermedad mental que les hace sentirse inseguros. María Luisa Fernández, una de sus cuñadas, dijo a FARO DE VIGO que el lunes pedirán una orden de alejamiento.

El vecino, que ayer estaba ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital del Meixoeiro de Vigo, se cree que participa "en un extraño juego de rol donde él es el flautista de Hamelín y los demás vecinos ratones", según explica Pilar Teijeira, otra vecina. "Se acerca, nos llama ratas y nos amenaza de muerte", asegura. "Muchas veces cuando hay dos personas dice: `Un dos dous morre esta noite, adivinade quén´".

Manuel Bernárdez, un camionero que estaciona el vehículo que conduce cargado de mercancía a la puerta de su casa, recibe a menudo la visita del vecino. "Me amenaza con quemarme el camión", denuncia. "El otro día, además, me dijo que el camión quedaba paralizado y se tumbó delante de las ruedas tras advertirme que si quería salir tendría que pasarle por encima, creo que con el propósito de hacerme perder horas de trabajo", indicó.

Los vecinos le temen cuando le ven aparecer por los caminos; entran en casa y se cierran por dentro. Explican que algunas veces, desde fuera, les mira desafiante, toca en las puertas o los cristales de las ventanas.

El juego de la muerte

La historia comenzó hace varios meses, según los vecinos, después de que estuviese residiendo en la casa de un hermano y la convivencia fuese imposible. Se comenzó a oirle hablar de un extraño "juego de la muerte", como él lo denomina, y donde cada uno de los vecinos sería -siempre según los testimonios de algunos habitantes- peones para hacer desaparecer. Pilar asegura que el pasado sábado, cuando se le preguntó porqué había agredido a una vecina con la que tenía buena relación, su explicación fue "...movió la reina blanca y es la primera que debe morir". La casilla mental en la que cayó el hermano con el que vivía debe ser distinta, ya que las opciones que tiene para él son "de máximo sufrimiento", añade Pilar. María Luisa, su cuñada, explica que mientras vivió en casa "los problemas no fueron tantos porque le controlábamos la medicación, pero ahora creemos que no la toma", justifica.

Alta y a casa

El pasado sábado, después de la supuesta agresión a la vecina, fue trasladado en ambulancia al Hospital del Meixoeiro y, tras ser examinado por dos psiquiatras, le dieron el alta. Según el relato vecinal, "creemos que tras recibir el alta rompió una máquina en el centro y comenzó a caminar desde el hospital a su casa a unos cuarenta kilómetros de distancia". Tras las quejas, el domingo fue internado de nuevo pero ahora temen que "regrese furioso".

Según afirman, el supuesto agresor es una persona inteligente y hasta hace poco trabajadora, pero creen que su enfermedad surgió del consumo de drogas.