Muchos de los pronósticos que los científicos lanzaron en verano, comienzan a cumplirse. Es el caso del aumento de las especies de plantas de origen foráneo que encuentran en las áreas devastadas por los incendios un terreno fértil para avanzar. Pablo Ramil, investigador del Instituto para la Biodiversidad Agraria, explica como las zonas quemadas "favorecen" a las llamadas "especies invasoras". Como ejemplo apunta el caso de las cortaderas o plumachos, una planta originaria de Argentina y que fue importada para plantar en las medianas de las autopistas. "En las zonas quemadas se expanden fácilmente", asegura este especialista, quien cuenta como se ha podido verificar su avance en determinados puntos de la costa gallega. Igualmente ocurre con las cactasias, un tipo de cactus excepcionalmente resistente, que está incrementando su presencia en el área de las Rías Baixas.

En el caso de los animales se cree que el efecto de los incendios es el mismo, pero aún no ha constancia fehaciente.