En las elecciones municipales de mayo de este año tendrán derecho a voto en el Concello de Cangas 5.497 personas mayores de 60 años, lo que supone algo más del 25% del Censo Electoral, que en las pasadas elecciones se fijó en 20.205 personas. Esta cifra da una idea del interés de los políticos por ganar el sufragio del colectivo de la tercera edad. Los mayores de 60 años en Cangas están en disposición de mover la balanza hacia un lado o hacia otro. Son suficientes como para llevar a un partido a la mayoría absoluta en Cangas. Un dato, en las elecciones de 2003, el Partido Popular obtuvo la mayoría absoluta con 6.259 votos, mientras que el BNG no llegó a los 4.000 (3.856) y el PSOE se quedó en 1.666.

Si se hace una estimación de voto similar a la del año 2003, en la que el número de votantes alcanzó los 14.000, el primer concejal costaría 700 sufragios, el resto, según la ley de D´ont, saldría más barato, en torno a los 250. En los pasados comicios, Esquerda Unida e Independientes de O Morrazo se quedaron fuera del arco municipal. Ninguno superó la barrera de los 500 votos. A la Frente Popular Galega el escaño de Mariano Abalo le costó 967 sufragios.

Variaciones

Con este panorama no es de extrañar que se luche hasta en las esquinas el voto de los mayores de 60 años, un sufragio, según las estadísticas locales, que es masivo, muy poco dado a quedarse en casa o al voto en blanco. En opinión de los analistas de los partidos políticos de Cangas, se trata de un voto que varía muy poco de unos comicios para otros. Pero, aún así, todos los años y en todos los comicios se disputa muy duramente el voto de la tercera edad.

La disputa de los alcaldes con Vicepresidencia de la Xunta de Galicia por el adepto de los ancianos comenzó casi prácticamente desde que Anxo Quintana ocupa el cargo. El enfrentamiento con el alcalde de O Carballiño (PSOE) por la fiesta de la tercera edad provocó los primeros roces en el bipartito. La pretensión de Vicepresidencia de restar protagonismo al Concello en la celebración de este evento puso al alcalde y a los colectivos de la villa en pie de guerra. En Cangas, la disputa comenzó por culpa de las obras en la Casa del Mar y se extendió después a la polémica de los bailes. El Partido Popular no está dispuesto a dejarse arrebatar tan fácilmente un voto que fue siempre suyo en Galicia.