España obtuvo una vicepresidencia en representación de Europa occidental, Estados Unidos y Canadá, en la reunión que comenzó hoy en París y que se cerrará el próximo miércoles.

Fetisov representará en la mesa directiva a Europa del este, la jamaicana Anne Shirley a América central y del sur, el chino Jiang Zhixue a Asia, el mozambiqueño Carlos Sousa a Africa subsahariana y el argelino Kamel Boughaba al norte de ese continente.

Nada más ser elegido, Lissavetzky aseguró que su elección es "un reconocimiento al trabajo que se está haciendo en la lucha contra el dopaje".

Señaló también que el trabajo de la convención consistirá en "servir de paraguas jurídico a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)" y "marcar las reglas del juego" en la lucha contra el dopaje.

"La AMA seguirá siendo el instrumento que tienen los Gobiernos y los movimientos deportivos y la Convención será el instrumento jurídico para que lo que se dice pueda aplicarse con todas las de la ley", dijo.

La Convención, aprobada por unanimidad en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en octubre pasado, entró en vigor en febrero, después de que fuera ratificada por 30 países.

En la actualidad son 45 los que la han ratificado, lo que supone "un tiempo récord" para Lissavetzky.

"Se ha acabado la batalla contra molinos de viento. Ahora hay un instrumento para hacer posible ese compromiso de tolerancia cero contra el dopaje", aseguró Lissavetzky.

Para el secretario de Estado español es una garantía que en la mesa directiva se sienten países que, como Rusia o China, han estado en el centro de sospechas sobre el dopaje.

"Creo que es una garantía de su compromiso en la lucha contra el dopaje", aseguró Lissavetzy, que destacó el hecho de que al frente de la institución se sitúe un hombre del prestigio de Fetisov, antiguo jugador de hockey sobre hielo, "cuya figura es inapelable en la lucha contra el dopaje".

El secretario de Estado para el deporte señaló que Madrid será candidata a acoger la III Conferencia Mundial contra el dopaje, que se celebrará el año próximo y cuyos principales puntos serán debatidos en la Convención.

Además, la UNESCO ha propuesto crear un fondo para la lucha contra el dopaje al que España aportará una ayuda y que servirá para crear programas científicos y educativos, afirmó.

Entre los principales retos que tiene la Convención, Lissavetzky destacó el incremento de la colaboración entre la policía, la AMA los Estados y señaló que la Interpol podría ser una buena ayuda para perseguir las mafias internacionales.

Además, la Convención deberá "armonizar los tempos de la justicia deportiva y de la ordinaria", para evitar una "judialización de los procesos".

Otra de sus tareas consistirá en supervisar la lista de productos dopantes, velando por el equilibrio entre los derechos del deportista y la lucha contra el dopaje.