No hay que tener vergüenza. Ése es el mensaje que desean transmitir los restauradores gallegos a sus clientes, a los que invitan a despojarse de cualquier prejuicio o escrúpulo que les retraiga a la hora de exigir su derecho a llevarse a casa el vino sobrante sin sonrojos. Y no hay que ser celoso; en este caso, los bodegueros, a los que los propietarios de los restaurantes gallegos invitan a sumarse a la campaña El disfrute se prolonga en casa, impulsado por el Consejo Regulador de la D.O. Rioja y la Comunidad Europea de Cocineros Euro-Toques, a la que están asociados cerca de cuarenta profesionales de Galicia.

Esta iniciativa se puso en marcha en toda España el pasado mes de septiembre y desde su implantación, más de 50.000 clientes se han llevado la botella de vino a casa. La campaña pretende fomentar el consumo responsable y ha sido reconocida recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) con un accésit de los Premios Alimentos de España a la mejor promoción agroalimentaria.

Sin embargo, los restauradores gallegos reconocen que aún no se ha consolidado como una práctica habitual entre los clientes y esperan que, invitando a las bodegas gallegas a sumarse a la iniciativa, se potencie este hábito que en Estados Unidos se ha convertido en costumbre.

Antonia Vicente Rodríguez -delegada para Galicia de Euro-Toques y propietaria del restaurante Toñi Vicente, en Santiago- asume que, a pesar de ser una "buena iniciativa" que ha sido "muy bien acogida" por los restauradores, "no suele pasar que un cliente pida el vino sobrante para llevárselo a casa y, los pocos que lo hacen, lo solicitan con mucha cautela", comenta.

A colación, José Antonio Rivera Casal -delegado para la provincia de A Coruña de la asociación y responsable del restaurante Chef Rivera de Padrón- apunta que el prejuicio de los consumidores es un "problema de cultura" que "no existe en países como Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos". Eso sí, está convencido de que "con el tiempo llevarse el vino del restaurante a casa será una práctica normal". Pero para ello, cree necesario una labor de "concienciación" dirigida al cliente por parte de las instituciones, del propio sector y de los medios de comunicación.

De momento parece evidente que la campaña no ha calado entre los consumidores. De hecho, Mª Carmen Bermúdez Posse -delegada para Pontevedra de Euro-Toques y dueña de la Taberna de Rotilio, en San Xenxo- acepta que desde que puso en marcha esta iniciativa, "ningún cliente ha pedido llevarse la botella". Y eso a pesar de que, al igual que el resto de sus compañeros, además de disponer de las oportunas bolsas para facilitar el transporte del líquido embotellado, tiene expuesta en su local información sobre la campaña.

Y aunque el restaurador y asociado Pepe Solla -cuyo restaurante está sito en San Salvador de Poio- considera que "la gente está reaccionando bien" a esta iniciativa, que "responde a la caída del consumo de vino", reconoce que se trata de una práctica sobre la que prevalece una idea de "ridícula" que "hay que superar". Por ello, aconseja a los clientes que, dados los cada vez más exigentes controles de alcoholemia, "no se priven de ejercer su derecho de abrir una buena botella que podrán acabar de disfrutar en sus casas".

Bodegueros gallegos

Para darle un acicate al proyecto, los restauradores gallegos creen necesario implicar en éste a los bodegueros gallegos, que, en su opinión, deben seguir el ejemplo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Calidad Rioja.

"Lo ideal sería que las bodegas gallegas entraran en esta iniciativa. Y supongo que con el tiempo lo harán", expresa Antonia Vicente Rodríguez, a la que siguen en esta línea discursiva el resto de sus colegas.

"Éste es un tema de todos: de los restauradores, de los clientes y también de los bodegueros", expone José Antonio Rivera, quien espeta: "Cuantos más seamos, más provecho sacaremos todos".

"Estamos en el mismo barco", arguye en ese sentido Mª Carmen Bermúdez, para quien las bodegas de Galicia "deberían sumarse a esta iniciativa". Una campaña que, aunque su idea primigenia parte de La Rioja, "hay que hacerla expansiva a otras Denominaciones de Origen", en opinión de Pepe Solla, quien exhorta a los bodegueros de Galicia a que "se acojan a una buena iniciativa, aunque no haya sido su idea".