Una molécula capaz de bloquear la principal hormona relacionada con el apetito. Es el descubrimiento realizado por el laboratorio de Endocrinología del Departamento de Biología y Ciencias de la Salud de la Universidad de Vigo y por el departamento de Fisiología de la Universidad de Santiago de Compostela, y que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista científica "Diabetes". Coordinado por Federico Mallo, este avance científico podría suponer la puesta en marcha de tratamientos para enfermedades relacionadas con la obesidad mórbida o con determinados tipos de diabetes.

El hallazgo se basa en el descubrimiento, hace ya varios años, de la hormona llamada ghrelina o ghrelin, que se produce en el estómago y que se eleva o disminuye antes y después de las comidas. Sin embargo, y tal y como explica Mallo, "antes no sabíamos cómo se controlaba", algo que han logrado descubrir con su investigación. "Demostramos que otra proteína, la exendina-4 es capaz de inhibir los niveles de ghrelina y, por tanto, de reducir el hambre en los animales", explica. Confía en que "funcione de manera similar con los humanos pues la exendina está siendo utilizada ya en Estados Unidos con el hombre como tratamiento para la diabetes tipo II".

En cuanto a sus posibles aplicaciones, Mallo recalca que "es difícil de saber con certeza". Sin embargo, apunta que "si somos capaces de inhibir el apetito beneficiará a los obesos, aunque no se puede probar que comen más porque tienen más apetito, sino que muchas veces se debe a malos hábitos alimentarios o a no hacer ejercicio".

Pero uno de los beneficios que confían obtener es un tratamiento para el síndrome de Prader-Willi, actualmente inexistente. "La dolencia está catalogada dentro de las enfermedades raras y, en general, supone una obesidad mórbida por un apetito desmesurado y patológico y donde está demostrado el aumento de los niveles de ghrelin", explica.

El siguiente paso será la aprobación del fármaco en España, algo que espera que reciba el visto bueno este mismo año. "A partir de ahí, se podrán estudiar más sus aplicaciones".

Este será el colofón a muchos años de investigaciones en los que cuentan con la colaboración también de investigadores del Hospital de Pontevedra, que cooperan con las nuevas investigaciones ya en marcha sobre la hormona.