Un grupo de seis personas denunció ante la Guardia Civil una presunta carrera ilegal de dos vehículos en la PO-551 y la actitud temeraria de sus conductores. Los hechos ocurrieron en la noche del domingo, cuando un Citroën Saxo y un Renault Clio empezaron a adelantar a todos los vehículos que se encontraban a su paso a una gran velocidad y sin respetar la señalización horizontal ni vertical, tal como denuncian los testigos. Todo esto ocurrió en el tramo comprendido entre el Alto da Portela y el lugar de Trasouto, donde uno de los vehículos (el Citroën Saxo), estuvo a punto de volcar. El conductor dio un volantazo para volver a su carril, el coche hizo una tijera y se quedó sobre dos ruedas. Acto seguido golpeó contra la cuneta y volvió a su posición normal. Tras una fugaz inspección de los daños, siguieron su marcha como si nada hubiese ocurrido.

Uno de los testigos de lo ocurrido, José Luis Pastoriza, explicó lo ocurrido a FARO. "Cuando llegamos al Alto da Portela aparecieron estos dos automóviles y yo les deje pasar viendo su actitud. A la altura del cruce de Meiro y Ermelo, que se encuentra en una curva, adelantaron a dos y a tres coches respectivamente invadiendo la isleta y el carril contrario", relata. Uno de los adelantados decidió echarse al arcén y frenar su automóvil. Ante lo que estaba ocurriendo "decidimos llamar a la Guardia Civil para dar parte y para que los detuviesen por su actitud y conducción temeraria".

Tras superar el cruce de Meiro, los dos vehículos implicados siguieron su carrera y aún tuvieron tiempo de adelantar a otros cuatro coches. "Lo hicieron circulando en sentido contrario porque en esa zona hay línea continua y no se puede adelantar", explica José Luis Pastoriza. Mientras efectuaban esos adelantamientos, a la altura de Trasouto, se encontraron con dos coches que venían en dirección a Cangas. El Renault Clio tuvo tiempo de volver a su carril mientras que el Saxo tuvo más dificultades y estuvo a punto de volcar. "Tras el golpe quedó casi destrozado: sin parabrisas, sin focos y con la defensa toda abollada", relatan los testigos oculares. "No se interesaron por nada ni dijeron nada. Se montaron de nuevo en los coches y se marcharon", cuentan indignados.

Poco más tarde, fueron parados por la Policía Local de Bueu cuando circulaban por la Avenida da Barca. Los agentes los identificaron ante la sospecha de que hubiesen participado en una carrera ilegal y tomó sus datos, para a continuación remitirlos a la Guardia Civil de Tráfico. Esta decisión causó indignación entre los conductores que presentaron la denuncia. "Es una sensación de impotencia. No comprendemos como no les realizaron un control de alcoholemia ni como no se les impidió seguir circulando. Uno de los coches estaba prácticamente destrozado", aseguraban en la jornada de ayer.