Miles de manifestantes de todo EE UU, acompañados por celebridades de Hollywood y líderes políticos, exigieron ayer en Washington un fin a la ocupación estadounidense en Irak, en la mayor movilización desde el inicio de la guerra. La marcha ante el Capitolio, organizada por la coalición "Unidos por la Paz y la Justicia", se produce en un momento en que el Congreso, bajo control demócrata, revisa con lupa la estrategia político-militar de EE UU en Irak.

Portando carteles con mensajes de paz y gritando consignas en contra del presidente George W. Bush, los manifestantes se congregaron desde tempranas horas frente al Capitolio para exigir que los demócratas cumplan su promesa electoral de noviembre de dar "un nuevo rumbo" al país.

"El Congreso tiene que poner de su parte y cortar los fondos para la guerra en Irak, y no dejarse intimidar por las tácticas de miedo que utiliza el Gobierno de Bush", dijo Kevin Martin, director ejecutivo del grupo "Peace Action", integrante de la coalición que organizó la protesta.

Los pacifistas tenían de su lado a celebridades como las actrices Jane Fonda y Susan Sarandon, los actores Tim Robbins, Danny Glover o Sean Penn, el activista afroamericano Jesse Jackson y varios líderes demócratas, todos oradores invitados al encuentro.

Por otra parte, al menos 10 personas murieron y otras 35 resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba, uno de ellos conducido por un suicida en el barrio de "Nuevo Bagdad", al oeste de la capital, dijeron fuentes del Ministerio del Interior iraquí. Entre las víctimas hay varios vendedores ambulantes, que tenían sus mercancías expuestas en plena calle.