El primer ministro palestino de Hamás, Ismail Haniye, pidió ayer al presidente palestino de Al Fatah, Mahmud Abás, que retire a todos sus hombres armados de las calles y levante todas las barreras militares en la franja de Gaza.

Según un comunicado emitido por el Gobierno, con motivo de la celebración de una reunión de emergencia del Gabinete, Haniye argumentó que "la sociedad palestina no necesita más militarización y el Ministerio del Interior está a cargo de la imposición de la ley y el orden", recoge la agencia "Maan".

Asimismo Haniye pidió al pueblo palestino que proteja la unidad nacional y use el diálogo mejor que las armas para poner fin a todas las formas de tensión. En la declaración también asegura que el Gobierno ha hecho todo lo posible por cerrar la crisis y menciona que el pago de los salarios atrasados podría rebajar el sufrimiento de los palestinos.

Haniye exhortó a las facciones a emplear la "razón y el diálogo" para preservar la unidad nacional, tras un sangriento fin de semana en el que la violencia interna se cobró la vida de 24 personas. "Apelo a todo el pueblo, tenéis que preservar la unidad nacional. El lenguaje del diálogo y la razón debe prevalecer" sobre la violencia, afirmó Haniye al inicio de una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros celebrada ayer en la ciudad de Gaza.

Por otra parte, un militante del movimiento islámico Hamás y miembro de las fuerzas de seguridad leales a este grupo resultó muerto ayer en un enfrentamiento con milicianos de las Brigadas de Al Aqsa, vinculadas al grupo nacionalista Al Fatah. El fallecido fue identificado como Omar Shorab, y el incidente se produjo en la localidad de Jan Yunes, al sur de la ciudad de Gaza.

Asimismo, miembros de las "Brigadas de los Mártires de Al-Aksa", facción armada vinculada a Al-Fatah, secuestraron ayer a cinco personas, trabajadores del Departamento de Educación de la gobernación de la ciudad cisjordana de Naplusa.