Mariano Abalo sembró la sospecha. La presentación de su moción de ayer sirvió para dejar una estela de corrupción detrás del gobierno local. Para ello no dudo en referirse al escándalo en el que está involucrado el ex delegado de la Zona Franca de Vigo, Pablo Egerique, en el que aparece el caso del parque empresarial de Cangas. También se refirió a los convenios urbanísticos, a las dudas sobre su legalidad y a que había evidencias suficientes como para que la Fiscalía actuase. Dijo que el escándalo de la Zona Franca es sólo la punta del iceberg.

Además de solicitar que se haga público y se investiguen los bienes patrimoniales de los concejales del grupo de gobierno, dijo que la solicitud se basaba también en el anuncio del Consello de Contas de investigar aquellos concellos que tengan concedidos más de 500 licencias en un año, desde el año 2000.

La intención de Mariano Abalo es que estas peticiones, que se traducen en una moción, sean debatidas en público en el pleno del viernes, a pesar de no estar incluida dentro del orden del día y de ser necesario que se vote la urgencia, algo que será difícil si el PP mantiene la disciplina de voto.