Según ha informado el centro sanitario, el primer trasplante de tejido ovárico ha tenido lugar en una paciente de 31 años que hace dos sufrió una leucemia y que, según los médicos, ha recuperado su función ovárica y su correlativa capacidad de quedarse embarazada, ya sea por gestación espontánea o por un proceso de fecundación ´in vitro´.

El jefe clínico de Ginecología y Obstetricia del hospital, Justo Callejo, ha explicado que "el 70% de las pacientes que se someten a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia para combatir el cáncer quedan estériles".

La agresividad de estos tratamientos afectan a células sanas y una vez desaparece el tumor los ovarios no tienen la capacidad para seguir cumpliendo sus funciones endocrina y reproductiva, sufriendo las pacientes una menopausia precoz.

La única opción terapéutica que tenían estas pacientes hasta ahora era la administración de estrógenos y progestágenos de manera indefinida, y sus posibilidades de reproducción pasaban casi siempre por la donación de ovocitos.

El nuevo sistema consiste en congelar el tejido ovárico de las pacientes oncológicas antes de que éstas se sometan al tratamiento y posteriormente reimplantarlo.

Para ello, el tratamiento comienza con la extracción de tejido ovárico, una intervención "relativamente sencilla" que se realiza mediante laparoscopia y que requiere una incisión mínima, por la que se extrae tejido cortical del ovario, lleno de ovocitos que están pendientes de iniciar su proceso de maduración.

El tejido obtenido, que se conserva a 196 grados bajo cero y puede estar congelado de forma indefinida durante más de 20 años sin perder su efectividad, se corta en láminas de menos de un milímetro de grosor que permiten que el líquido criopreservador se propague a todas las células.

Este proceso lo lleva a cabo el hospital a través del Banco de Sangre y Tejidos, que colabora con el proyecto.

Respecto al reimplante, el especialista puede escoger entre una primera opción que consiste en descongelar y reimplantar el tejido ovárico en otra parte del cuerpo de la mujer, como el abdomen o el brazo, lo que se denomina inserción heterotópica, actuación por la que el ovario recupera sus funciones.

Así, vuelve a generar las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona) al torrente sanguíneo y, simultáneamente, permite al médico extraer cómodamente los ovocitos de la mujer para someterla a un proceso de fecundación ´in vitro´ cuando ella lo solicite.

La segunda opción consiste en efectuar un auto-trasplante para volver a colocar el tejido ovárico en su ubicación original, lo que se denomina inserción ortotópica, y esperar a que se produzca la gestación de manera espontánea.

Un equipo del Hospital Sant Joan de Déu comenzó una nueva línea de investigación en 1996, estudio que "no se publicitó" porque el hospital ha querido esperar a "tener algo que presentar", ha dicho hoy en rueda de prensa el jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital, Josep Maria Lailla.

"A pesar de que la nueva técnica está en una fase incipiente, la posibilidad de que en pocos años se pueda perfeccionar anima a las pacientes a preservar sus ovarios de la agresividad de los tratamientos oncológicos", ha apuntado Callejo.

El Hospital Sant Joan de Déu, que fue el primero de España en guardar tejido ovárico, en 1998, actualmente posee 60 ovarios congelados de mujeres con cáncer o con enfermedades que provocarán un fallo ovárico prematuro.