Ana Cela / A ESTRADA

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de A Estrada decretó en la pasada jornada el ingreso provisional en el centro penitenciario de A Lama para el vecino de Forcarei que responde a las iniciales J.B.V.C.

-nacido en 1963- por su presunta vinculación con el atraco registrado en la mañana del jueves en dos sucursales bancarias de la localidad. La sala estradense resolvió asimismo dejar en libertad sin cargos al estradense J.M.M., también detenido por la Guardia Civil por haber sido su domicilio, según información facilitada por su defensa, el lugar al que presuntamente se dirigió el forcaricense tras haber perpetrado el robo.

Los dos detenidos llegaron a los juzgados locales pasadas las 11.00 horas acompañados por varios agentes de la Guardia Civil para prestar declaración ante el juez. Este procedimiento abreviado se prolongó hasta las 15.00 horas, momento en el que J.B.V.C. salió del edificio para introducirse en el furgón policial que le llevaría hasta la cárcel. El acusado reconoció en el transcurso de su declaración su participación en el atraco a las oficinas del Banco Pastor y Caixa Galicia de A Estrada, alcanzando un botín cifrado en 3.030 euros.

Al término de la sesión, su abogado explicó que la decisión judicial deja abierta la posibilidad de que este vecino de Forcarei, con antecedentes policiales por robo, pueda quedar en libertad a espera de juicio si se constata durante su estancia en prisión que es capaz de iniciar y mantener un tratamiento de desintoxicación. De igual manera, el letrado apuntó que su cliente reconoció en todo momento los hechos y alegó haber practicado ambos asaltos como consecuencia del síndrome de abstinencia por el que atravesaba. Según confesó, es un consumidor habitual de heroína y también adicto a la cocaína.

Desarraigo

La defensa solicitó su internamiento en un centro de desintoxicación, pero sus antecedentes y su desarraigo -no posee un domicilio permanente- pesaron como condicionantes para considerar más propicio su ingreso provisional en prisión a espera de juicio, con la opción de que pueda recuperar la libertad si antes demuestra su capacidad para desengancharse de la droga.

Las mismas fuentes estimaron que el juicio a este forcaricense, al que se le imputan dos delitos de robo con intimidación, podría celebrarse en un plazo aproximado de seis meses, cuestión que reconocieron difícil de calcular y pendiente de múltiples factores.

Según pudo saber esta Redacción, en su declaración el acusado reconoció haber utilizado unas tijeras -similares a las que se utilizan en las labores de costura- como elemento intimidatorio hacia el personal de ambas entidades bancarias. Sin embargo, señaló que se trata de un instrumento que habitualmente lleva encima, presuntamente como útil para poder cortar con facilidad y precisión las bolsas de droga.