La "operación Playa", que culminó en diciembre de 2003 con el abordaje del pesquero Playa de Arbeyal y la intervención de los 2.600 kilos de cocaína que transportaba para narcos gallegos, tenía una sorpresa: desveló otro transporte del mismo grupo arousano con el Playa Coroso, seis meses antes, que fue frustrado por la Udyco. El juzgado central número 3 de la Audiencia Nacional, que dirige la juez Teresa Palacios, ha dictado auto de procesamiento contra 21 imputados.

Entre los procesados figura el abogado pontevedrés Benito Gallego Valladares, defensor habitual de supuestos narcotraficantes, a quien se imputa un delito contra la salud pública. Al letrado, natural de Bueu y con despacho en Pontevedra, se le relaciona con José Antonio Fernández Blanco, presunto responsable de la organización desarticulada por Udyco y Vigilancia Aduanera en una operación coordinada por el juez vilagarciano Vázquez Taín.

Benito Gallego, según el auto, se habría prestado "a figurar como apoderado de la sociedad Ebikon, que no consta constituida", y que el 6 de mayo de 2003 habría adquirido la embarcación Playa Coroso. A fin de evitar que figurase el verdadero armador, que era Fernández Blanco, se aparentó que el propietario era el testaferro Ángel Román. La juez Palacios sostiene que tanto Gallego como Román eran "conocedores del uso que se iba a dar a dicha embarcación".

El letrado compartirá banquillo con algunos de sus clientes, y también con Juan Carlos Vázquez García, hijo del arrepentido Piturro, que en su día delató al también abogado Pablo Vioque.

El Playa Coroso, según el auto de la Audiencia Nacional, viajó de Marín a Dakar el 3 de junio de 2003. Durante su periplo suministró combustible en varias ocasiones a otro posible narcobarco, el Constantinos.

Narcobarco hundido

El Playa Coroso se quedaba sin combustible y fue auxiliado por el Aida. Mientras ocurría todo esto, una planeadora transbordaba la cocaína, operación que se frustró cuando la Policía descubrió la lancha en el Atlántico.

La tripulación arrojó por la borda los fardos de droga, pero efectivos del servicio de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil recuperaron unos 355 kilos a lo largo de la costa de A Coruña. Durante el transbordo el Constantinos quedó semihundido, por lo que el Playa Coroso recogió a su tripulación y la llevó a Dakar.

El Playa de Arbeyal, por su parte, abandonó el 3 de noviembre de 2003 el puerto de Gijón y llegó a Vigo, donde cambió de tripulación y salió rumbo a Las Palmas, Mauritania y Azores, desde donde se dirigía a Galicia con el alijo de cocaína para descargar en Arousa. El mismo día de su abordaje, Salvamento Marítimo recogió a dos tripulantes de la zódiac que debía llevar a tierra la droga y que, inicialmente, negaron su relación con el buque intervenido.