Mercedes M. Fernández / VIGO

En la Casa das Artes hay ocho ordenadores que son ocho máquinas del tiempo. Los terminales dan acceso a todas las fotografías del archivo Pacheco que ya están digitalizadas y nos ponen en contacto con la vida, las ilusiones o las aficiones de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, o con las propias.

Julio Pérez, por ejemplo, ha venido en busca de sí mismo. Ahora está jubilado y tiene "tiempo para estas cosas". Ayer esperaba aparecer en fotos de cuando, con veinte años, hacía ciclismo y jugaba en un equipo de hockey sobre patines. Pudo visitar la exposición con fotos antiguas de deportistas vigueses; y , aunque no pudo reconocerse a sí mismo, sí que hizo lo propio con "los jugadores del Celta desde Simón hacia adelante, todos los que hubo desde el once a cero del Bilbao".

Testimonios orales

Él prometió volver otro día , como los más de cuatro mil visitantes que ya se han acercado a identificar a alguno de los protagonistas de las fotografías que forman parte del archivo Pacheco, tanto las realizadas por él y por sus hijos como sobre las imágenes que heredó de la anterior dueña del estudio, la viuda de Própera. La otra intención es que las personas que conserven fotografías del archivo Pacheco se acerquen a la Casa das Artes para comprobar su autenticidad y realizar una copia digital que sirva para completar el fondo documental.

"Es la memoria de los hombre que construyeron el Vigo que tenemos hoy", valora Alberto de Sousa Pacheco, hijo del Pacheco que fundó el estudio. García Barbón, Eduardo Iglesias o Castelao fueron retratados por su padre, pero él también fotografió a la mayor parte de las familias viguesas de la época. Allí trabajó Alberto de Sousa Pacheco desde que era un niño retocando las fotografías y, años después, tuvo que hacerse cargo del negocio tras la muerte de su padre y el período durante el que lo regentó su hermano. Desde que abrió la galería al público en enero viene todos los días a ayudar en el reconocimiento de los retratados y está redescubriendo la calidad de su padre como fotógrafo.

La finalidad última de la galería es completar la base de datos del archivo Pacheco, aunque por el camino se ayuden a acortar las distancias que nos separan de nuestro pasado.