Agentes de la Guardia Civil y de algunas cuerpos de Policía aprenden árabe en las clases que ofrece la asociación de marroquíes de Pontevedra, cuyo presidente, Mustapha El Abboubi, se entrevistó ayer con el alcalde, Miguel Fernández Lores, para "estrechar posibles vías de colaboración".

Las clases de árabe que ofrece esta colonia, mayoritariamente implantada en Vilaboa, han reunido hasta ahora a unas ochenta personas, pero que para este próxima edición aguardan aún un mayor número de asistentes, por lo que han solicitado al concello la cesión de algún espacio.

Lores se comprometió a ceder algún local del Pazo da Cultura para estas clases. La asociación de marroquíes no detalló las razones por las que acuden los alumnos, aunque todo apunta a que la presencia de miembros de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado en este aprendizaje del árabe está relacionado con posibles investigaciones de las organizaciones terroristas de radicales islamistas.

Precisamente, a raíz del atentado del 11-M en Madrid, la Guardia Civil solicitó la colaboración de la colonia marroquí en la comarca (la más importante de Galicia) para determinar la hipotética llegada de individuos sospechosos.

Entre las demandas que también persiguen los marroquíes de la comarca figura la creación, por parte del gobierno alauita, de un consulado en Galicia, toda vez que en la actualidad, el más próximo está en Burgos.