La inmobiliaria Ramigón, integrada en el grupo Ramírez y propietaria desde octubre pasado del edificio del antiguo cine Victoria, afronta el derribo de ese viejo inmueble, entre las calles Benito Corbal y Rouco, mientras ultima el proyecto definitivo que se levantará en ese solar.

Con el interior del viejo cine ya totalmente vacío y pendiente de la demolición exterior, todo apunta a que en esos terrenos de 1.100 metros cuadrados se levantará un "edificio destinado a uso comercial, viviendas y oficinas", aunque no notable hincapié en el apartado comercial, dada su ubicación tan céntrica.

De hecho, la propia empresa inmobiliaria asegura que ya está trabajando en un proyecto que "dé continuidad e impulso al dinamismo comercial del entorno".

La galería de que dispone el solar hacia la calle Benito Corbal, junto con el bajo previsto en el interior pueden convertirse en un amplio foco de tiendas y comercios, sobre los que se levantarían oficinas y viviendas de lujo.

De momento, se trabaja en la demolición del viejo inmueble, labor para la que dispone de licencia desde antes del verano. Se trata sobre todo de adelantar trabajo y evitar posibles siniestros en un local ya antiguo.

Retirada de mobiliario

Antes incluso de obtener esa licencia para derribar el viejo inmueble ya se había retirado la mayor parte del mobiliario, como las butacas del histórico cine, lo que alejaba el riesgo de incendios.

Ramigón S. L. se hizo hace casi un año, en octubre de 2004, con la titularidad del edificio del antiguo cine Victoria, por un precio de 5,7 millones de euros (algo menos de 950 millones de pesetas). Entonces ya apuntaba que su objetivo es "compaginar el uso residencial con una amplia área comercial", según Arturo Ramírez, responsable de la empresa.