Si algo distingue la Festa do Polbo de A Illa de otros eventos de exaltación del cefalópodo que se celebran en Galicia es que, por precios que oscilan entre los ocho y los diez euros -en función del establecimiento, el tamaño de la tapa o la especialidad-, los participantes en la fiesta pueden escoger entre una gran variedad de platos incalculable.

Así, los que se acercan al "Ribeirán" tienen la oportunidad de degustar un plato poco común pero con un sabor inigualable, el pulpo ó forno. Su extenso tiempo de preparación, las hierbas con las que estaba condimentado o el limón que lo acompaña; cualquiera puede ser el secreto -su cocinera, Ana Barbosa, y su encargada, María Búa, se niegan a compartir la receta- pero lo único seguro es que todos quieren repetir.

El "Saratoga" oferta una variedad tan numerosa como abundantes los clientes que las alaban. Hay quien ayer se decantaba por el archiconocido pulpo á feira, quien lo prefería con salsa o ajo y quien no podía resistirse a sus emblemáticos bocadillos de molusco pero todos salían de allí alabando la cocina de Dolores Suárez, para quien el secreto de un buen pulpo es cocerlo con leña y mazarlo bien.

Los clientes del "Clube", habituales cada año del pulpo á feria, también probaron ayer la especialidad de la casa, con patatas. Su cocinera, María del Carmen Fernández Oubiña, no se cansó de repetir en todo el día que tener pulpo de la ría de Arousa y cocerlo en su justa medida es la clave con la que logra conquistar a sus clientes, que "una vez que lo prueban, no quieren otro".

Pero si una pulpería tenía ayer variedad de platos era el "Remanso A Meca", que incluye como novedad a la vinagreta y a la plancha -preparado vuelta y vuelta con una gota de aceite de oliva-.

Asimismo, otros muchos bares como "Risón", "Bar Lopes", "Oasis", "Porto" o "Finaviñas" ofertaban ayer en A Illa pulpo preparado en la más diversas especialidades.