Al menos 41 personas perdieron la vida al estrellarse un avión de la aerolínea Tans con 93 pasajeros y 7 tripulantes, entre ellos una española, en las cercanías de la ciudad de Pucallpa, en la selva peruana. De forma casi milagrosa, otras 57 personas salvaron la vida.

El vuelo, que cubría la ruta Lima-Pucallpa-Iquitos, se precipitó el martes a las 15.12 hora local, a unos seis kilómetros del aeropuerto, tras un intento de aterrizaje forzoso que resultó frustrado, al parecer, a causa de las malas condiciones meteorológicas. El avión se partió en dos y las llamas lo envolvieron rápidamente, cayendo en una zona de bosque tropical y aguas movedizas.

Casi un centenar de personas viajaban en el avión, 15 de ellas extranjeras, entre las que figuraba la española Eva Mª Gonzalo Torrellas, de 27 años y natural de la localidad aragonesa de Tarazona, que murió en el accidente, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores. La joven residía en Reino Unido y, había llegado a Perú el pasado 3 de agosto. Al parecer iba acompañada por un australiano que tampoco aparece en la lista de supervivientes.

El mal tiempo y la llegada de la noche obligaron a los servicios de rescate a suspender los trabajos hasta la mañana de ayer, mientras los forenses continúan con la identificación de cadáveres.

La conmoción y el dolor se adueñaron de los aeropuertos peruanos donde los familiares de los pasajeros se agolpaban a la espera de la lista de supervivientes y fallecidos. El presidente de Perú, Alejandro Toledo, prometió que "hará todas las gestiones para que se proporcione el apoyo que sea necesario a los familiares de las víctimas del accidente".

La Policía peruana localizó una de las cajas negras del avión. Este es el tercer accidente de un avión comercial en diez días. Los siniestros de Atenas y Venezuela suman un total de 273 muertos.