La Federación de Asociaciones de Vecinos Eduardo Chao se encargará de construir las cien viviendas previstas en las antiguas instalaciones militares de Barreiro. Los técnicos municipales consideran que su oferta es la mejor de las tres que se han presentado al concurso restringido convocado por la Gerencia de Urbanismo, después de que hubieran fracasado dos intentos anteriores. Con esta adjudicación se pondrá fin a un procedimiento iniciado hace ya más de dos años.

A la subasta inicial no se presentó nadie porque, según fuentes municipales, "el sector inmobiliario le cogió miedo a una cláusula en la que se obligaba a vender los pisos a quien determinara el Concello, tras una selección pública, y en la que se valorarían parámetros como fijar población, niveles de renta o edad, ya que se daría preferencia a los jóvenes."

La federación vecinal optó a través de una sociedad denominada Eduardo Chao, promoción presidida por Elena González.

El Concello había establecido un precio mínimo de 2.731.016,23 euros para la parcela. De los tres participantes en el proceso de enajenación negociado, uno de ellos igualaba el precio mientras que los otros dos lo habían redondeado hasta los 2.732.000 euros.

La parcela, destinada a uso de edificación abierta plurifamiliar, dispone de 4.000 metros cuadrados, es de forma sinuosa con frente a la zona verde y tiene como carga real la de costear las obras necesarias para completar la urbanización prevista en el PERI.

La superficie máxima edificable es de 13.500 metros cuadrados, de los que 12.000 se destinarán a uso residencial y los restantes a usos compatibles. Los bloques tendrán cuatro alturas: planta baja, tres en altura y bajo cubierta y en total se construirán cien viviendas "que es el mínimo que garantiza la viabilidad económica de la actuación".

Con el dinero que se obtenga por la venta del suelo, se acometerá la urbanización de la parcela.