M. Fajardo/A. Gago / O salnés

El gobierno vilagarciano ha reabierto la polémica con sus vecinos vilanoveses. Cuando parecía que la confrontación entre ambos concellos se había calmado, el grupo que lidera Javier Gago López ha hecho público que volverá a presentar alegaciones al PXOM vilanovés "por no ajustarse a la Lei do Solo".

Y en esta nueva batalla espera contar con el respaldo de las asociaciones de comerciantes. No en vano el principal inconveniente que le encuentra al ordenamiento es la creación de un área comercial en San Miguel de Deiro. Alega que su asentamiento es ilegal. Que la ley del suelo establece que las superficies urbanizables deben estar unidas a suelos urbanos o de núcleo rural ya que su objetivo es ampliarlos. Y no, como en este caso, ubicar la nueva área en una "isla" rodeada de parcelas de cultivo y masa forestal.

El beneficio de esta supuesta "irregularidad" para los promotores es claro: el precio por metro cuadrado es irrisorio a pesar de estar ubicado en una zona inmejorable, junto a la vía rápida. El gobierno vilagarciano reprocha que "se aproveche el gasto público que supuso llevar a cabo esa infraestructura para beneficiar a promotores privados", sobre todo teniendo en cuenta que la superficie está ubicada a apenas un kilómetro de un polígono industrial donde se podría haber asentado la nueva área.

Ravella entiende que los comerciantes serán los más perjudicados por esta irregularidad, y por eso insta a los representantes legítimos del sector a que hagan uso del derecho que les asiste y examinen el planeamiento que se propone en el concello vecino y decidan libremente si presentan o no alegaciones contra algunas de las propuestas. Sobre todo teniendo en cuenta que, con anterioridad, agrupaciones como la Cámara de Comercio o UPTA Galicia ya mostraron su rechazo a este tipo de instalaciones. Sin embargo, no presentaron alegaciones en el primer período de exposiciones públicas, algo que sí hizo Ravella aunque sin mucho resultado. El concello vecino rechazó todas las sugerencias realizadas por los vilagarcianos al tiempo que abrió un nuevo plazo de exposición que éstos aprovecharán para insistir en su rechazo.

No sólo al centro comercial. Gobierno y técnicos vilagarcianos mostraron su sorpresa al conocer que los vilanoveses habían rechazado todas sus alegaciones. Incluso se negaron a corregir los errores detectados en la delimitación de ambos municipios a pesar de que el documento no se ajustaba a lo dictaminado por el Instituto Geográfico Nacional, que es de obligado cumplimiento.

Por todo ello y a la vista del informe del arquitecto municipal, la junta local de gobierno decidió reiterar las alegaciones al PXOM. Y ya anunció que si la alegación vuelve a ser rechazada, propondrá a la corporación municipal vilagarciana presentar un contencioso contra Vilanova.

Cabe recordar que la primera vez que Vilagarcía alegó contra el PXOM vecino recibió como respuesta el corte de la red de agua a su paso por Vilanova.