Eran notorias las virtudes de Elton John como cantante letal -Versace, Lady Di, ese artista ofrece más funerales que recitales-, pero los oropeles del couché nos habían hurtado su rango de cervantista egregio. No de otra forma podemos entender que el jueves ofrezca un recital en Guadalajara, dentro del programa del IV Centenario del Quijote. Algún vernáculo sostendrá que Julio Iglesias hubiera sido más apropiado para ilustrar musicalmente un libro que, como saben incluso la mayoría de quienes no lo han leído, está escrito fundamentalmente en castellano. Sin embargo, ya Borges sostenía que la protonovela de Cervantes era más amena en inglés.

El concierto de Elton John empujará a millones de españoles a leer el Quijote y, por descontado, no sólo a quienes nos lo tragaríamos por triplicado antes que soportar un concierto de ese artista. Su inclusión en los actos del cuarto centenario es idónea, pues somos muchos quienes pensamos en Sancho Panza cuando escuchamos a Elton John. La turbación musical no debe hacernos olvidar que estamos ante un acontecimiento lingüístico de primera magnitud. El autor de Candle in the wind -una canción que, como su propio título indica, está inspirada en el capítulo quijotesco de los molinos de viento- encabeza la escuela de los filólogos Phil Collins y Rod Stewart, que se aproximan a la novela de Cervantes desde una perspectiva estructuralista. Frente a ellos se bate el grupo positivista de Sting y Bono, relegados en los fastos seculares.

De hecho, Elton John es el firmante de las controvertidas indagaciones que pretenden demostrar la homosexualidad del ingenioso hidalgo. Sin duda aprovechará su concierto para desentrañar algunos de los misterios que siempre han sobrecogido a la audiencia del cantante, como la desaparición del rucio de Sancho Panza en la primera parte, y su reaparición milagrosa unos capítulos más adelante. En justa reciprocidad, no nos cabe duda de que la universidad de Oxford programará una actuación de Raphael, para conmemorar el cuarto centenario de Shakespeare. Y de Raphael.