El comisario de Pesca de la Comisión Europea, Karmenu Vella, cierra la puerta a realizar modificaciones en la normativa que eliminará los descartes -capturas no deseadas que se devuelven al mar muertas- en todas las flotas a partir del próximo 1 de enero de 2019. Según explicó en un discurso esta semana, "las reglas no se pueden cambiar en medio de un partido", ya que a su juicio "sería injusto para aquellos que ya han hecho grandes esfuerzos de ajuste". El maltés se refiere así a las alertas lanzadas por parte del sector, alarmados ante una posible paralización de su actividad llegado un momento determinado del año por las denominadas especies de estrangulamiento - choke species, para las que se tienen poca o ninguna cuota-, pero también desde algunos países, como España. Tanto la ministra de Pesca, Isabel García Tejerina, como la conselleira de Mar, Rosa Quintana, apostaban por eximir a la bajura de esta norma a través de una petición formal en Bruselas el mes pasado. Una posibilidad que se esfuma con estas palabras de Vella.
La normativa de obligación de desembarques forzará a que todas las capturas de especies sujetas a cuota sean llevadas a puerto. Lleva cuatro años aplicándose de forma progresiva, por flotas, pero será a partir de enero de 2019 cuando se haga extensiva a todos los buques comunitarios. Durante la última reunión el pasado martes de la Comisión de Pesca, Karmenu Vella dejó claro que la norma "es una parte esencial de la reforma de la Política Pesquera Común [PPC]" a la que los países ya se comprometieron en su momento, por lo que el comisario entiende que "todos debemos comprometernos a hacerla funcionar". "Estas son las reglas de la PPC, acordadas por todos y bien conocidas desde hace más de cuatro años", insistió el maltés.
Por este motivo, Vella -comisario desde 2014 tras sustituir a la griega Maria Damanaki- aseguró que actualmente la única discusión posible en torno a la normativa "es sobre la implementación, no la interpretación". Es precisamente este último punto en el que incidió el Gobierno español para lograr que la bajura fuese eximida. El subdirector general de Caladero Nacional y Aguas Comunitarias, Rafael Centenera, explicó en Vigo durante la última jornada de la conferencia internacional Marine Technologies (Martec) que el objetivo es el de "busca soluciones a problemas imposibles de resolver" a través de "una nueva interpretación" de la normativa. Para Vella, sin embargo, esto supondría "dañar la credibilidad" de la Unión Europea a la hora de legislar, además de "socavar la reforma de la PPC".
Por último, el comisario de Pesca manifestó que "la Comisión continuará apoyando a los Estados miembro con la implementación" y que se discutirá "cómo pueden usar mejor las flexibilidades existentes a tal efecto".
Las declaraciones de Vella tuvieron lugar justo un día después de la celebración de un taller sobre la obligación de desembarque en el Parlamento Europeo. Allí, tres expertos expusieron cómo va a afectar la norma a cada una de las aguas que bañan la UE. Según fuentes consultadas, los tres coincidieron en que "es difícil implementar" la norma por la dificultad que presentan las pesquerías mixtas.
