El peso de la actividad pesquera en Gran Sol por parte de la flota gallega es "estructural" para la economía. Así lo concluye un estudio elaborado por el Grupo de Investigación en Economía Pesquera y Recursos Naturales de la Universidad de Santiago de Compostela encargado por la Xunta y que valora el impacto económico del Brexit en la pesca de Galicia. De acuerdo a este informe, y por la vinculación del sector extractivo con la industria de transformación, financiera, transporte o servicios jurídicos, una eventual salida del caladero de Gran Sol supondría un impacto directo de 533 millones de euros. A día de hoy hay 66 buques con puerto base en Galicia que operan en estas aguas. "Solo en remuneración de asalariados, en valor calculado a 2016, se superaron los 140 millones de euros", indica el estudio, que presentó ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana, a la directora de Política Pesquera del Atlántico, Mar del Norte, Báltico y Regiones Ultraperiféricas, Helene Clark.

"En el caso de que el Reino Unido restringiese caprichosamente las licencias, el escenario posible arrastraría consecuencias para todo el sector", añade. El informe no hace referencia a la actividad en las Falkland (Malvinas), donde operan buques de capital gallego tanto con bandera española como británica. Londres accedió hace un mes a prolongar el periodo transitorio hasta 2021, como anticipó FARO, pero todavía no ha firmado ese compromiso. Por este motivo Bruselas ha advertido que, de no refrendarse, Reino Unido pasará a ser un "tercer país" y sus mercancías estarán sujetas a aranceles. Sobre el transcurso de las negociaciones Quintana se mostró ayer "tranquila" tras comprobar que la pesca está siendo considerada "motivo fundamental" en "todas las negociaciones" relativas al Brexit.