La campaña Pelacus del Instituto Español de Oceanografía (IEO) finalizó recientemente tras su análisis sobre las especies pelágicas del Cantábrico Noroeste. Centrado especialmente sobre la sardina, sirve para realizar una evaluación del stock y para hacer una recomendación a España sobre el recurso, en una situación muy delicada. Su homólogo luso, el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA), tendría que haber hecho la Pelago2018 para dar la información a su Gobierno. Sin embargo, una huelga ha impedido realizar el trabajo y desde los sindicatos portugueses recuerdan que se está poniendo en peligro la segunda etapa de la campaña pesquera de este año.

Según recogieron varios medios lusos, Orlando Gonçalves, de la Federação Nacional dos Sindicatos dos Trabalhadores em Funções Públicas e Sociais (Fnstfps), explicó que el motivo del paro es la retribución de un pago por embarque de 50 euros que fue retirado en 2012.

Ayer, Gonçalves comentó que el Gobierno presentaría a los trabajadores una propuesta "para la resolución del problema o, al menos, una solución provisional".

"Xeito"

La delicada situación de la sardina obligó a España y Portugal a presentar una plan conjunto ante la Comisión Europea, que con 14.600 toneladas para ambos países fue finalmente aceptado. La pesquería comienza el próximo 1 de mayo y, de ellas, tan solo 2.860 corresponden a la flota española que opera en el caladero Cantábrico Noroeste. Como avanzó FARO, el grueso será capturado por la flota cerquera mientras que las más de 400 embarcaciones de xeito tendrán solo 125 toneladas.

El viernes, el sector se reunió con la directora xeral de Pesca, Mercedes Rodríguez, y se acordó un reparto por meses en esta primera parte de la campaña, hasta julio. Así, en mayo se podrán pescar 50 kilos por barco y otros tantos por cada tripulante. Ya en junio habrá un tope total de 20 toneladas para toda la flota y en julio será de 32. El objetivo es intentar evaluar cada mes cómo va el consumo del cupo.

Ayer las cofradías se volvieron a reunir para presentar las alegaciones pertinentes al reparto establecido desde Madrid.