Ibérica de Congelados (Iberconsa) se convirtió hace poco más de dos años en el ejemplo de "expansión agresiva" en la industria de transformación pesquera. Invirtió más de 60 millones entre Argentina, Namibia y Sudáfrica hasta convertirse en una de las mayores armadoras de Europa (42 buques), número uno en merluza congelada a bordo y líder en langostino austral. Lo hizo en tiempo récord y con la ayuda de su principal accionista, el fondo de capital riesgo Portobello, que en diciembre de 2015 pagó 30 millones por el 55% de la sociedad. Desde su desembarco en la firma de Teis ésta casi ha duplicado sus ventas, debido tanto al aumento de capacidad industrial (barcos y fábricas) como por el viento de cola del Cono Sur; nunca se había faenado tanto langostino en Argentina. Y esta especie, también denominada gambón, tiene mucho que ver con que Portobello Capital haya decidido sacar al mercado su participación. Iberconsa se vende -otra vez-, y la intención es venderla rápido.

Ni el fondo ni la dirección de Iberconsa han querido ofrecer su versión sobre esta operación, que de cristalizar se convertirá en la mayor transacción del sector en Galicia a expensas de lo que suceda con Nueva Pescanova, que no tardará en cambiar de manos. "Por 400 millones la venden", constataron a FARO fuentes del sector, aunque otras elevaron la operación a 600 millones. La primera cifra, la que sí ha verificado este periódico, equivale a multiplicar el Ebitda de 2017 por 6,6 veces, un rango "muy bueno" que daría a Portobello unas plusvalías de récord. En realidad toda su trayectoria en Iberconsa lo ha sido: por crecimiento (alza de un 80% en ventas), por rentabilidad (repartió 6,5 millones de dividendo en 2016) y por celeridad. De todas las empresas de las que el fondo de capital riesgo ha desinvertido su paso por Iberconsa será el más efímero. Y no estaba previsto.

El factor Argentina

Haz click para ampliar el gráfico

"Imagino que no quieren perder esta ventana de oportunidad tras el año de langostino" de 2017, analiza Ignacio J. Kleiman, socio director de la norteamericana Antarctica Advisors y uno de los mayores expertos en transacciones de la industria a nivel mundial. "La pesca es un billete de lotería, esperar siempre a las cuentas del último año, para el siguiente no sabes cómo va a ser". Kleiman habla de la maldición del ganador ( winner's curse): "Te ha ido tan bien que te has creado un problema". En su opinión, la gran exposición de Iberconsa al mercado argentino reducirá los potenciales compradores "de forma dramática". "Tiene unos recursos increíbles, mucha costa y gran abundancia. Su problema es el riesgo país", mitigado tras la victoria de Mauricio Macri. Ganó el 10 de diciembre de 2015; Portobello firmó la compra de Iberconsa doce días después.

En el sector aseguran que solo otros fondos de inversión -como Blackstone, un gigante del ladrillo, o Kohlberg Kravis Roberts (KKR)- y compañías de capital chino están en disposición de estudiar la transacción. La celeridad con la que Portobello quiere ejecutar la venta dificultaría, según las mismas fuentes, la opción asiática. El fondo vendedor ha contratado a la auditora japonesa Nomura para dirigir la venta.

Con Portobello en el capital y bajo la dirección de Alberto Freire Iberconsa se ha convertido en la compañía que más se ha acercado a Nueva Pescanova, con un volumen de ventas (consolidado, contando con Pesquera Santa Cruz) que alcanzó el año pasado los 325 millones de euros y con más de 100.000 toneladas comercializadas. Si, como anticipan en la industria, el fondo abandona la pesquera antes de que termine el verano, habrá dejado alguna asignatura pendiente como la compra de una factoría de procesado "en el entorno de Vigo" -Fandicosta rechazó la oferta- o la venta de su canal minorista Hiperxel, o el desarrollo de una estrategia dirigida a potenciar su marca propia, tarea para la cual llegó a Teis hace menos de un año el directivo Imanol Almudí, procedente de Findus.